El 27 de febrero, el líder kurdo Abdullah Öcalan hizo un llamado histórico que captó la atención mundial. En su llamado, afirmó que para que la cuestión kurda dejara de ser un tema de violencia para convertirse en un tema de política democrática y legal, la primera condición era que el PKK convocara un congreso, se disolviera y depusiera las armas.
En respuesta a este llamado, el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) celebró su 12avo Congreso entre el 5 y el 7 de mayo en las Zonas de Defensa de Medya, controladas por la guerrilla, en el sur del Kurdistán (norte de Irak), con la participación de 232 delegados. En el congreso, todos los delegados decidieron por unanimidad poner fin a las actividades realizadas bajo el nombre del PKK.
Si bien el llamado de Öcalan abrió las puertas a un nuevo proceso histórico, político y social, la decisión del PKK constituye un paso histórico que ha fortalecido la esperanza de un futuro compartido entre los pueblos turco y kurdo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, habló con los periodistas antes de partir hacia La Haya, Países Bajos, para asistir a la Cumbre de la OTAN.
Refiriéndose al proceso que se inició tras el "Llamado a la paz y a una sociedad democrática" del líder kurdo Abdullah Öcalan, el 27 de febrero, Erdoğan dijo: "Estamos decididos a llevar este proceso, que estamos llevando a cabo como una política de Estado, a una conclusión exitosa".