El Partido Socialista de los Oprimidos (ESP) inició una huelga de hambre de dos días en el edificio del partido en Dersim exigiendo el cierre de las prisiones de tipo pozo. Orhan Çelebi declaró: “El último desarrollo en la política penitenciaria es la introducción de nuevas prisiones de alta seguridad denominadas tipos S y Y, pero que los propios presos llaman prisiones de tipo ‘pozo’.”

Çelebi señaló que el gobierno ha convertido el país en una “prisión semiabierta”, y añadió: “Construir numerosos nuevos tipos de prisiones, llenarlas, profundizar las prácticas de aislamiento y confinamiento solitario, y producir nuevas prácticas de ejecución inconstitucionales ha sido siempre una política deliberada del poder político. A finales de 2024, hay 403 prisiones en Turquía, con un total de más de 340.000 detenidos y condenados. Actualmente están en funcionamiento 13 prisiones de tipo Y, 7 de tipo S y 23 prisiones de alta seguridad. En palabras de los presos revolucionarios, eso significa que hay 43 prisiones de tipo ‘pozo’ en este país.”

Çelebi subrayó que estas prisiones de tipo “fosa” carecen de ventilación y ventanas adecuadas, consisten en celdas individuales o para tres personas, y son centros de aislamiento severo y confinamiento solitario. “En estas prisiones, los internos son mantenidos solos, sin contacto con nadie más, y solo se les permite salir una hora al día a otra sección para tomar el aire, siempre solos. Ver el cielo o respirar aire fresco es imposible. Debido a las puertas electrónicas y a los sistemas de intercomunicación, los presos a menudo ni siquiera tienen contacto con los guardias.”